Ordsall Hall: la mansión embrujada




Ordsall Hall, una de las joyas más escondidas y mejor conservadas de Inglaterra, se encuentra en la ciudad de Salford, a unos 15 minutos con el tram de la ciudad de Mánchester. Cuando llegamos a sus puertas, el cielo estaba encapotado y, debido a su estilo Tudor, recordaba a una de esas mansiones hechizadas de las novelas del s.XVIII. Suena irónico mencionar su aura fantasmal puesto que, según muchos registros e incluso grabaciones del interior, corren rumores de que, efectivamente, la mansión está habitada por un fantasma desde hace ya varios siglos. Muchos son los testimonios de personas que han visto pasear a una jóven a la que llaman la "Dama blanca" y aparecer en el Gran Salón o la Cámara Estelar. Popularmente se cree que es Margaret Radclyffe, quien murió con el corazón roto en 1599 después de la muerte en el mar de su gemelo, Alexander Radclyffe.



Tal es la expectación sobre dicha Dama, la propia web oficial cuenta con cámaras 24h en las estancias para ver si realmente se aparece. Fantasmas o no, es importante conocer la historia de la familia Raddcliffe y sus posteriores inquilinos para poder entender la historia de la mansión a lo largo de los siglos:
Sir John Radclyffe batalló junto a Eduardo III en las batallas de Caen, Crècy y Calais y como recompensa, el propio Eduardo III permitió que sir John Radclyffe trajera algunos tejedores flamencos, conocidos por sus habilidades y sus trabajos en telares. Construyó varias cabañas para los artesanos flamencos permitiendo que vivieran allí a cambio de instruir a los tejedores locales. Posteriormente, iniciaron una industria de tejidos de seda que, tiempo después resultaría ser de lo más fructífera.


Alexandre Raddclyffe, heredero de Sir John, fue nombrado Alto Shreriff de Lancashire y fue en esa época cuando varias partes de la casa fueron restauradas, un claro ejemplo es el gran salón, o una modesta casa de ladrillos agregada al extremo oeste en 1639, tal vez destinada a ser un hogar para el alguacil de Sir Alexander. Pero durante la Guerra Civil, Sir Alexander fue encarcelado y sufrió dificultades financieras. Los medios reducidos eventualmente obligaron a su heredero, John Radclyffe, a vender la sala al Coronel John Birch en 1662, terminando así con más de 300 años de la ocupación de su familia.



Desde entonces, varios han sido sus propietarios: La familia Oldfield de Leftwich o el administrador de Cross Street Chapel John Stock. En 1756, la sala fue vendida a Samuel Hill de Shenstone. Dos años después, tras la muerte de Hill, la casa pasó a su sobrino, Samuel Egerton de Tatton. La sala permaneció ocupada hasta 1871, los últimos residentes fueron los descendientes de John Markendale, quien se había hecho cargo del contrato de arrendamiento del edificio en 1814.


Salford Corporation compró Ordsall Hall a los ejecutores del barón Egerton de Tatton en 1959. Después un arduo trabajo de restauración, se abrió al público en abril de 1972, como casa de época y museo de historia local y es uno de los lugares más visitados de Inglaterra.

Como dato curioso cabe mencionar que el autor Harrison Ainsworth mencionó Ordsall Hall en su novela Guy Fawkes en el año 1842, siendo su cámara estelar escenario donde Guy Fawkes y Robert Catesby planearon la trama de la pólvora en 1605. Guy Fawkes escaparía de los soldados del Rey por un túnel bajo Ordsall Hall que llegaba hasta la posada de Hanging Bridge (el extremo norte de Deansgate, en la actualidad). A pesar de que no hay evidencias 100% fiables, sí se sabe que la familia Radclyffe eran católicos romanos prominentes y tenían relación con la familia Catesby. Actualmente hay una carretera que se extiende hasta el extremo este de Orsdall Hall que se llama Guy Fawkes.

Pasear por las salas y pasillos de Ordsall Hall es dar un salto en el tiempo. La casa está perfectamente conservada, y las estancias son una perfecta recreación de su época de esplendor. Como punto a favor, destacaré la agradable acogida del personal que trabaja allí.




La visita a Ordsall Hall es totalmente gratuíta y cuentan con tours guiados. También podrás encontrar cafetería con deliciosos cakes caseros y té calentito, una tienda con productos relacionados con la mansión y muchas zonas donde poder hacerte fotos para el recuerdo.
Fantasmas, sheriffs, corazones rotos o rebeliones con pólvora, es indudable que Ordsall Hall enamora por su historia y leyendas y seguramente, volverás.






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